En el siglo X, una Guerra civil eructó entre los que seguían a Quetzalcóatl y los que seguían a Tezcatlipoca. Naturalmente, los que seguían a Tezcatlipoca ganaron porque eran guerreros. Los que seguían Quetzalcóatl salen de la ciudad de Tula. Ellos eran pintores, bailadores, y artistas. En la manera de una artista, crearon un mito para explicar su derrota y más probable su vergüenza.
CeÁcatl Topiltzin Quetzalcóatl, el líder de los que seguían a Quetzalcóatl y creado a ser la manifestación de Quetzalcóatl, es dado un espejo de Tezcatlipoca. Cuándo Topiltzin ve su reflexión él se da cuenta él es humano. Este mito me interesa muchísimo.
Hace un año, conocí una mujer en La India y ella creyó ella era una diosa. Caminó con orgullo y todas las personas en el pueblo la trataron con respeto. El pueblo esa pobre. Sin embargo, ella le adornó con mucha joyería. Antes de mi grupo y yo salimos del pueblo, rezamos con algunas personas que deseaban rezar. De repente, le mujer empezó a chillar de rabia. A veces me pregunto qué pasaría si esta mujer se diera cuenta que ella era humana.
Es extraño y devastador para darse cuenta de que significa ser humano. Para Topiltzin, significó la derrota de un grupo todo de personas. Somos vulnerables a naturaleza, otras personas, y aun nosotros mismos. A pesar de que podemos influir un resultado, nosotros, de hecho, no tenemos control. Somos débiles. Somos polvo.
Recuerdo claramente el 11 de Septiembre de 2001 en mi país. Sentado en clase con mis compañeros, había silencio. Mi maestro encendió la televisión. Vimos con horror a Los Twin Towers se derrumbaron. ¿Cómo pudo ocurrir algo así? Somos un gran nación pensé. Algunas de mis compañeros estaban llorando. Conocieran familia ó amigos quien vivía en Nueva York. Por eso, tuvieron miedo aplastante. Parecía un espejo colgó en el cielo por encima mi país. Justo mirar al cielo vasto y desconocido nos recordamos de nuestra humanidad ese día.
Al mismo tiempo, me recuerdo que somos milagros. Cotidiana, estamos atribulados en toda, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; presionadas por todos lados, pero no aplastantes. No obstante nuestra necedad y orgullo, tengo que creer que hay alguien que sostiene todo mundo. Hay alguien que se preocupa que está afuera del caos. Hay alguien que le dio a Topiltzin le voluntad para continuar a vivir y experimentar alegría otro día.
Wednesday, July 27, 2011
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Realmente maravilloso
ReplyDelete*o*
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